Primer Aniversario de una Capilla que nació en plena pandemia. En el barrio de Buenavista, Toledo.
Una Capilla que se inauguró contra todo pronóstico, el 11 de junio de 2020, en la parroquia de San Juan de la Cruz de Toledo. Pero para Dios nada hay imposible y a través del deseo y la ilusión del párroco esta imposibilidad se hizo realidad.
«Al ser una capilla parroquial, si bien el verdadero artífice de todo -evidentemente- ha sido Nuestro Señor, el promotor, impulsor y motor del proyecto ha sido el padre Ángel, tanto del diseño como de todas las cuestiones eclesiásticas, burocráticas, económicas, etc., de las que sólo él sabe las gestiones que tuvo que afrontar». Así nos lo relata Jose Luís Mejía Fernández de Velasco, coordinador de la Capilla.
P.-¿Cuándo se hizo el primer aniversario?
R.-La inauguración de la capilla se realizó haciéndola coincidir con la solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús. Y en consecuencia este año hemos celebrado el 1º aniversario el viernes 11 de junio, que no es en la misma fecha pero sí la solemnidad del Sagrado Corazón.
P.-¿Cómo fue el primer aniversario?
R.-Ha sido una celebración muy entrañable, presidida por el deán de la catedral de Toledo, monseñor Juan Miguel Ferrer y con la participación de gran parte de los adoradores, tantos como permite el aforo actual de la parroquia, unos 350. Además, se presentó en primicia un boceto de la que será la futura custodia para la capilla diseñada por el artista toledano Carlos Galván.
P.-Misa, procesión con el Santísimo……
R.-Al término de la Eucaristía se realizó una minerva, es decir una procesión por el interior del templo, haciendo escalas en 4 altares que al efecto se dispusieron durante su recorrido para descanso del Santísimo Sacramento.
P.-¿Después del primer año de la Capilla, con pandemia incluida, cómo valoras este año? ¿Ha sido positivo?
R.-Muy positivo, se han superado todas las dificultades ocasionadas por el toque de queda y restricciones de aforo de manera que únicamente hubo que interrumpir la adoración apenas una semana (del 25 al 31 de octubre 2020). A partir de entonces se hicieron turnos de adoración nocturna de hasta 7 horas continuas por adoradores que entraban antes del toque de queda y salían una vez concluido éste a la mañana siguiente. En determinados momentos conseguimos salvoconductos, proporcionados por la autoridades, para que hubiera un relevo a mitad de noche.
P.-¿Cuántos adoradores empezasteis y cuántos sois ahora?
R.-Empezamos con casi 300 adoradores y actualmente ya contamos 375.
P.-¿Algún turno vacío?
R.-Gracias a Dios están todos cubiertos. Los turnos de madrugada están cubiertos mayoritariamente por una sola persona, pero los adoradores de esas horas prefieren que sea así.
P.-¿En Toledo, cerca de la Catedral, ya hay una Capilla de AEP, era necesario otra Capilla?
R.-Pues si alguien a priori pudiera haber albergado el temor de que no aparecieran adoradores para atender a las dos capillas, actualmente y en el transcurso de un año la cifra de los adoradores en Toledo ha pasado de alrededor de 500 a más de 800. Es decir que la inauguración de la nueva Capilla ha supuesto un aumento sustancial de adoradores en la ciudad. El balance está claro.
P.-¿Vale la pena tanto esfuerzo por mantener los turnos?
R.-El esfuerzo de los adoradores está recompensado en las múltiples Gracias que la ciudad y especialmente el Barrio de Buenavista, donde está situada la Parroquia de San Juan de la Cruz, reciben de parte del Santísimo. No hay más que ver la multitudinaria participación en la Eucaristía diaria y la frenética actividad parroquial, especialmente de los jóvenes.
P.-Sois una parroquia de barrio, ¿cómo habéis conseguido llenar todos los turnos?
R.-El Señor provee y la acción evangelizadora de los diversos grupos de actividades parroquiales, especialmente los de Emaús y Effetá, contribuyen a ello.
P.-¿Alguna anécdota en este primer año de la Capilla?
R.-La forma de arrancar fue muy especial, porque tres meses antes de la inauguración, cuando estábamos en pleno diseño de la capilla, en proceso de filiación y organización de los turnos, nuestro párroco, don Ángel Tello, cayó enfermo de coronavirus e ingresado en el hospital, y todos los adoradores confinados en nuestras casas. Pero el Señor tiene sus planes y siempre son sorprendentes. Los artistas que estaban diseñando y construyendo la capilla, Dalila Del Valle y Carlos Galván, afortunadamente, pudieron seguir avanzando en los trabajos desde su taller, a pesar del confinamiento. Por eso, cuando esa situación finalizó, a primeros de mayo, con el padre Ángel ya repuesto e impulsando el proyecto, las obras comenzaron, y en sólo mes y medio todo estaba dispuesto para la inauguración. Por otra parte, el Viernes de Dolores los adoradores nos pusimos a orar, cada uno durante su turno y en su casa, sin solución de continuidad, las 24 horas. Eso nos sirvió de rodaje y, cuando la situación sanitaria lo permitió, pudimos empezar con eficacia e ilusión, gracias a Dios.